El entrenamiento de
fuerza se basa en la realización de ejercicios con resistencias que se van
incrementando progresivamente. No hay que tenerle miedo a un entrenamiento con resistencia (no tienen por qué ser pesas); no va incrementar nuestro volumen muscular masivamente por hacer dichos ejercicios.
Las adaptaciones
fisiológicas que tienen lugar con este tipo de entrenamiento son:
- Aumento del número y eficiencia de las fibras musculares.
- Aumento de la fuerza de contracción muscular.
- Aumento de la resistencia de los tendones.
- Aumento de la masa y resistencia ósea.
- Aumento de la resistencia de los ligamentos.
Estas adaptaciones
fisiológicas tienen consecuencias positivas sobre la capacidad funcional, la
composición corporal y la apariencia física, las funciones metabólicas, y el
riesgo de lesión.
Capacidad funcional
La capacidad de
desarrollar un trabajo o de realizar un ejercicio se ve aumentada con el
aumento de la fuerza muscular.
Una persona
entrenada es capaz de levantar pesos más pesados de una sola vez (fuerza muscular), y también
de levantar un peso determinado durante más tiempo o más veces (resistencia
muscular).
Muchas investigaciones
llevadas a cabo con personas sedentarias han constatado mejoras de entre el
20-40% en la fuerza muscular después de tan solo dos meses de entrenamiento
sistemático.
El grado de mejora
en la fuerza muscular se hace cada vez más lenta después de los primeros meses
de entrenamiento.
Composición corporal y apariencia física
A pesar de que el
ejercicio de fuerza no se ha considerado tradicionalmente como ideal para la
pérdida de masa grasa en personas quieren adelgazar, cada vez más estudios
consideran que un programa de adelgazamiento debe incluir, sin ninguna duda,
ejercicios para el aumento de la masa muscular.
La importancia del
entrenamiento de fuerza para producir cambios en la composición corporal se
basa en la relación que existe entre el metabolismo basal y la masa muscular.
El entrenamiento de
fuerza, además de consumir calorías durante su realización, mantiene el
metabolismo basal elevado una vez finalizado el ejercicio, por lo que el cuerpo
de personas entrenadas produce un elevado gasto calórico durante todo el día.
Este fenómeno contribuye enormemente a compensar y equilibrar los dos factores
de los que depende la composición corporal: la ingesta y el gasto calórico.
Funciones metabólicas
El entrenamiento de
fuerza aumenta los depósitos de algunos substratos energéticos como el ATP y la
fosfocreatina y aumenta la actividad de ciertas enzimas que intervienen en el
metabolismo anaeróbico, aumentando así su capacidad y su eficiencia.
Riesgo de lesión
Los músculos, además
de mover los segmentos corporales, actúan absorbiendo impactos y equilibrando
posturalmente al organismo.
El correcto
entrenamiento de fuerza reduce el riesgo de lesión al mantener un buen
equilibrio entre todos los músculos y al fortalecer músculos excesivamente
débiles.
Un claro ejemplo de
esta función compensatoria ocurre en el ámbito de la espalda. El 90% de la
población sufre o ha sufrido dolor de espalda. Las causas de esta dolencia
pueden ser muy variadas, pero en gran medida son de naturaleza muscular. Si entrenamos dicho grupo y lo fortalecemos, a parte de mejorar nuestro control postural, muchas de estas dolencias desaparecerán.
Es importante seguir un plan personalizado y bien organizado. Si necesitas uno no dudes en contactar conmigo. Para más consejos sígueme en Twitter y Facebook!
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