¿Cómo quemar grasa?
Es una pregunta que a menudo nos
hacemos, y que no es fácil de concretar. Intentaré explicarlo de una forma rápida y sencilla.
Salvando las diferencias
individuales, ya que dependiendo de factores genéticos y ambientales, podemos
entrar en la utilización de grasas como sistema energético antes o después, la
quema de calorías provenientes de la grasa es a partir de los 20-30 minutos de
ejercicio.
Durante los primeros 20 minutos
de ejercicio, utilizamos el glucógeno muscular almacenado. A partir de aquí el
cuerpo empezará a oxidar las grasas, hasta aproximadamente los 60 minutos de
ejercicio. Después de la hora haciendo ejercicio entran además otros sistemas
energéticos en los que se utilizan las proteínas y la destrucción de tejido
muscular para la obtención de energía, a parte de la aparición del cortisol.
Mi recomendación personal es no
pasar de 50 minutos si no estamos preparando ninguna prueba específica. A
partir de este tiempo el riesgo de lesión aumenta peligrosamente.
Hay que tener en cuenta que el
cuerpo no utiliza los sistemas energéticos como escalones fijos. Suelen variar
de una persona a otra, de un tiempo u hora a otra y suelen solaparse. No vamos
a conseguir quemar sólo grasa en los intervalos indicados.
Por supuesto que rebajar la
acumulación de grasa en una zona en concreto es imposible. El organismo utiliza
las reservas en general, no de una zona concreta. Por ello queda totalmente
fuera el mito de que por hacer muchos abdominales, por ejemplo, voy a conseguir
bajar la barriga.
¿Hacer pesas quema grasa?
Por supuesto. Está claro que si
queremos perder grasa acumulada debemos hacer aeróbico pero está demostrado que
el trabajo de fuerza contribuye a la movilización y a la quema de ácidos grasos
acumulados. Debemos tener en cuenta aquí también una serie de factores y habría
que hacer un estudio de la persona en concreto y de los objetivos en la sesión.
A pesar de que el ejercicio de fuerza no se ha considerado
tradicionalmente como ideal para la pérdida de masa grasa en personas quieren
adelgazar, cada vez más estudios consideran que un programa de adelgazamiento
debe incluir, sin ninguna duda, ejercicios para el aumento de la masa muscular.
La importancia del entrenamiento de fuerza para producir cambios en la
composición corporal se basa en la relación que existe entre el metabolismo
basal y la masa muscular.
El entrenamiento de fuerza, además de consumir calorías durante su
realización, mantiene el metabolismo basal elevado una vez finalizado el
ejercicio, por lo que el cuerpo de personas entrenadas produce un elevado gasto
calórico durante todo el día. Este fenómeno contribuye enormemente a compensar
y equilibrar los dos factores de los que depende la composición corporal: la
ingesta y el gasto calórico.
Por ello no debemos enfrentar un trabajo aeróbico con un trabajo de musculación. Son totalmente complementarios.
¿Qué intensidad debo llevar para que mi cuerpo utilice la grasa?
Debes trabajar dentro del sistema
aeróbico, en intensidades bajas pero prolongadas. Los que inician un programa de ejercicios deben empezar con una duración
de 15 a 20 minutos de condicionamiento aeróbico; aquellos que son de nivel
medio deben ir de 15 a 45 minutos, y los que tienen un alto nivel de fitness
cardiorrespiratorio pueden ir de 30 a 60 minutos.
La intensidad del ejercicio hace referencia a la velocidad y a la resistencia del ejercicio. El
American College of Sports Medicine (ACSM, 2000) recomienda una intensidad de
60 a 90 % de la frecuencia cardiaca máxima, lo que equivale a un 50 a 85% del
consumo máximo de oxígeno o de la frecuencia cardiaca de reserva. La intensidad
es probablemente uno de los criterios más importantes y más determinante del
programa. Personas con un bajo nivel de fitness cardiorrespiratorio pueden
obtener beneficios entrenando a una intensidad de 40 a 50% del consumo máximo
de oxígeno durante sesiones más largas. Sin embargo, ejercicios de intensidad
del 75-85% son más apropiados para aquellos que aparentemente son saludables y
tienen un buen nivel cardiorrespiratorio. La media de intensidad del ejercicio
para adultos aparentemente saludables está normalmente entre el 60 y 70% de su
consumo máximo de oxígeno. No olvidemos, sin embargo, que si el objetivo es
mejorar la salud, acumular diariamente 30 o más minutos de actividades que
supongan una intensidad moderada de entre 3 y 6 METS puede ser muy beneficioso
para la salud (ACSM).
¿Es bueno hacer ejercicio
aeróbico en ayunas?
Por supuesto que sí. Después de las horas de sueño, nuestro organismo ha
ido gastando el glucógeno de los músculos, por lo que un ejercicio aeróbico suave
y entre 20 y 40 minutos nos ayudará a requerir mayor gasto calórico de las
grasas más rápidamente. Así que ya sabes, si quieres rebajar tu grasa corporal,
puedes salir a correr, caminar o andar en bici nada más levantarte de la cama. Pero
cuidado. Puede que te sientas mareado si la intensidad es demasiado alta o
sobrepasas el tiempo. Empieza con poco y ve aumentando poco a poco.
Así como el ejercicio aeróbico es recomendable, lo que no debes hacer es
una sesión de fuerza o cualquier trabajo de alta intensidad sin desayunar. Eso
está totalmente contraindicado.
Seguir estos consejos te ayudará a tener un corazón saludable, contento y en armonía con tu cuerpo.