Hoy en día asistimos casi cada día a anuncios y a ver en el supermercado
productos con la etiqueta light. Pero como muestra el estudio de Eroski, casi el 76 % no son
tales.
Debemos tener en cuenta nuestras necesidades diarias de los nutrientes
esenciales, y no eliminar ninguno por completo. Está claro que hay cosas muy
buenas que debemos perdernos si queremos cuidarnos, pero tampoco completamente.
No pasa nada por comer un poco de chocolate, por ejemplo, sólo debemos
controlarnos. Y no basta con comprarlo light, porque muchas veces "bah,
como es light..." comemos mucho más, sin darnos cuenta que posiblemente
apenas nos quite calorías y todo estará mucho más procesado.
Lo que deberíamos es comer sano, de todo y menos productos industriales
(sustituyéndolos por productos naturales o caseros), y sobre todo, fijarnos en
los azúcares añadidos (intentar adquirir productos sin azúcares añadidos).
A parte de este problema, también tenemos el problema de las grasas hidrógenadas (o grasas trans), las cuales proceden de aceites vegetales; son ácidos grasos insaturados que se forman cuando los aceites vegetales se procesan y se transforman en más sólidos o en un líquido más estable. En esta página tenéis una explicación detallada así como una lista de alimentos que poseen dichas grasas muy perjudiciales para nuestros sistema circulatorio.
Teniendo en cuenta todo ello deberíamos reducir los problemas cardíacos y
de obesidad. Todo va relacionado si nos damos cuenta. Llegamos a casa, apenas
tenemos tiempo, comemos "mierda" y ya no nos movemos del sofá. ¿Qué
ocurre? Sedentarismo, estrés y mala alimentación rica en azúcares y grasas
hidrógenadas.
Debemos incidir mucho en estos temas en todos los hogares, y concienciar de
que esto está en nuestras manos poder cambiarlo y solucionarlo, que no cuesta
nada, y que son hábitos. Concienciemos desde temprano y obtendremos una
sociedad sana.
El mejor remedio es la educación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario